¿Qué es un siniestro en seguros?
Nadie quiere enfrentarse a un accidente, una avería o a una pérdida inesperada. Son situaciones que nadie quiere vivir, pero que suceden. Y son esos momentos en los que en tu aseguradora se activa algo llamado “siniestro”. Pero, ¿qué significa realmente?, ¿cómo se gestiona? Pues aquí te vamos a contar todo lo que debes saber sobre un siniestro en seguros.
¿A qué se denomina siniestros en seguros?
Un siniestro es cualquier suceso que activa las coberturas de tu póliza. Hablamos de cualquier situación o hecho inesperado que provoque daños, pérdidas o perjuicios y que, según las condiciones de la póliza del seguro, da derecho al asegurado a recibir una indemnización o una prestación por parte de la aseguradora.
Puede ser desde un golpe con el coche hasta un incendio en casa o una caída que te deja de baja. Sin embargo, no todos los incidentes se consideran siniestros asegurables. Solo se consideran siniestros aquellos eventos imprevistos, accidentales y no voluntarios que estén expresamente recogidos en la póliza.
Tipos de siniestros: ¿Cómo se clasifica un siniestro en seguros?
Los siniestros en seguros pueden clasificarse de distintas formas, ya sea por el tipo de seguro que hayas contratado, la gravedad o la regularidad del siniestro. Veamos más a fondo cómo se clasifican los distintos tipos de siniestros:
Según el tipo de seguro
Cada seguro tiene sus particularidades, y se refieren a un siniestro de manera diferente en función del objeto de la póliza:
- Seguro de coche: Se produce un siniestro cuando el vehículo ha tenido un accidente y como consecuencia hay daños al bien asegurado. Para dar parte del siniestro, puedes utilizar el “parte amistoso de accidentes” como soporte para notificar a tu compañía de seguros.
- Seguro de impago de alquiler: en este caso, el siniestro se refiere al momento en que el inquilino deja de pagar la renta al propietario de la vivienda.
- Seguro de hogar: Cuando ocurre algún incidente en el domicilio causando daños al inmueble asegurado, por ejemplo, un incendio, se trata de un siniestro.
- Seguro de salud: Se considera siniestro, cuando el asegurado enferma y requiere de asistencia médica. Con tu tarjeta de asegurado podrás acceder a las prestaciones más sencillas. En cambio, si necesitas una intervención quirúrgica, deberás tramitar una autorización ante la compañía aseguradora.
- Seguro de vida: el siniestro, en este caso, se produce al fallecer la persona asegurada.
Es fundamental, en caso de un siniestro, notificar de inmediato a la compañía de seguros, a fin de iniciar los trámites correspondientes. Cada una de las pólizas que contrates establece el procedimiento a seguir para notificar sobre un siniestro, y puede ser diferente en función de la compañía de seguro.
Según la intensidad del daño producido
Cada póliza establece condiciones específicas. De acuerdo a la gravedad del daño, los siniestros se pueden clasificar en:
- Siniestro total: cuando se ha producido la destrucción total del bien asegurado.
- Siniestro parcial: se dice que el siniestro es parcial cuando los daños son parciales y el bien es recuperable.
En función de la regularidad estadística de la que proceden
En muchos casos la póliza establece condiciones específicas según la gravedad del daño, las cuales se clasifican de la siguiente manera:
- Siniestros ordinarios: ocasionado por riesgos “normales”, por ejemplo, un golpe a un coche.
- Siniestros extraordinarios o catastróficos: se trata de un siniestro que ocurre de manera excepcional, pero que produce daños cuantiosos. Por ejemplo, un terremoto. Este tipo de siniestros están amparados por el Consorcio de Compensación de Seguros, debido a que la las compañías de seguros no suelen cubrirlos.
¿Qué no es un siniestro? Diferencia entre siniestro y accidente
Es importante aclararlo. No todo lo que te ocurre entra dentro del seguro. Si los daños son consecuencia de un uso negligente, si el hecho estaba excluido en la póliza, o si ha pasado demasiado tiempo sin notificarlo, puede que tu reclamación no prospere.
Por un lado, un siniestro es un evento que causa daños a una persona o propiedad protegida por un seguro y que, según lo establecido en el contrato de seguro, obliga a la compañía de seguros a realizar una indemnización.
Por otro lado, un accidente es un suceso inesperado e involuntario que no está contemplado en un contrato de seguro y que ocurre de manera casual.
Por ejemplo, si alguien se resbala y se cae en el pasillo de tu casa, es un accidente. Es importante conocer los términos y condiciones de tu contrato de seguro y tus derechos y obligaciones como asegurado. Si tienes dudas sobre tu seguro, puedes consultar con nuestros asesores.
¿Qué hacer si sufres un siniestro?
Saber cómo actuar cuando ocurre un siniestro es muy importante para poder evitar retrasos o problemas. Estos son algunos de los pasos clave que debes seguir:
- Mantén la calma y protege tu seguridad. Tu salud y la de los demás es lo primero. Si hay heridos, llama a emergencias. Si estás en un accidente de tráfico, coloca los triángulos y ponte el chaleco reflectante.
- Recoge pruebas. Haz fotos, toma notas, apunta matrículas, pide los datos del otro implicado. Cuanto más documentado esté el incidente, mejor.
- Revisa tu póliza. ¿Estás cubierto por el tipo de siniestro que has sufrido? ¿Tienes franquicia? ¿Qué límites hay? Todo eso cuenta.
- Contacta con tu seguro cuanto antes. En la mayoría de los casos, el plazo para comunicar un siniestro es de 7 días desde que ocurre. No lo dejes pasar. En iBrok Seguros, puedes hacerlo de forma sencilla online o llamando a tu mediador.
- Aporta toda la documentación necesaria. Parte amistoso, fotografías, facturas, presupuestos, informe policial (si lo hay)… todo lo que ayude a resolverlo.
- Deja trabajar a la aseguradora. Una vez recibida tu parte, la compañía valorará los daños, puede que envíe a un perito y, en base a su evaluación, te dará una respuesta: reparación, indemnización o sustitución.
¿Qué es la indemnización por siniestro?
Cuando el siniestro está cubierto, la aseguradora tiene la obligación de compensarte. Esto puede ocurrir de distintas formas:
- Pago de una cantidad económica (indemnización)
- Reparación del daño
- Reemplazo del bien afectado
- Prestación directa del servicio contratado (por ejemplo, una intervención médica)
La cuantía de la indemnización por siniestro dependerá de factores como el valor asegurado, el tipo de daño (total o parcial), las condiciones y límites de la póliza o la aplicación de franquicias.
¿Y si la aseguradora rechaza el siniestro?
Es posible, por diversas razones: porque no estaba cubierto, porque los daños fueron intencionados, o por falta de información. Pero si no estás de acuerdo con la resolución, puedes:
- Reclamar por escrito a la compañía.
- Pedir una segunda peritación.
- Acudir al Defensor del Asegurado.
- Y como última opción, llevar el caso a la Dirección General de Seguros.
Uno de los motivos principales por los que recomendamos contratar un seguro a través de iBrok Seguros es que, durante todos los pasos anteriores, uno de nuestros mediadores te dará asesoramiento y te ayudará a defender tus derechos.
¿Qué puede hacer que un siniestro no sea cubierto?
No todos los siniestros son indemnizables. Algunas causas comunes de exclusión o rechazo son:
- El siniestro no está cubierto en la póliza
- Se incumplieron las condiciones del contrato
- El hecho fue provocado intencionadamente
- Se presentó fuera de plazo
- Se omitió información relevante en la contratación
Por eso, en iBrok Seguros insistimos en la importancia de contar con asesoramiento. Nuestros expertos te ayudan a entender cada cobertura antes de firmar, evitando sustos cuando de verdad necesitas tu seguro.
Sufrir un siniestro no es agradable. Pero si tienes la póliza adecuada, la situación puede resolverse sin dolores de cabeza. Lo importante es entender cómo funciona, actuar con rapidez y tener una compañía y un mediador de confianza a tu lado.