¿Qué es la subrogación en seguros? Todo lo que necesitas saber

¿Alguna vez has recibido una carta donde tu compañía habla de “subrogación en seguros” y no entiendes bien qué significa? Es normal: es un término jurídico que se usa mucho en pólizas, pero pocas veces alguien te lo explica claro.

En este artículo vas a ver qué es la subrogación en seguros, cómo funciona en la práctica, cuáles son los ejemplos más habituales en coche y hogar y qué implica realmente para ti como asegurado. La idea es que, cuando vuelvas a ver ese concepto en tu póliza o en una comunicación, sepas exactamente de qué están hablando.

¿Qué es la subrogación en seguros?

La subrogación en seguros se refiere al proceso legal en el que una compañía de seguros busca recuperar los costos de una reclamación que han pagado a su asegurado. Esto se hace cuando la reclamación se debe a la culpa de otra persona o entidad.

En esencia, la compañía de seguros se coloca en el lugar del asegurado y toma medidas legales contra la persona o entidad responsable de la reclamación. En otras palabras: tú cobras de tu seguro, y a partir de ahí es la compañía la que se encarga de intentar recuperar ese dinero del responsable.

Desde el punto de vista jurídico, la ley permite que, una vez pagada la indemnización, el asegurador pueda ejercer los mismos derechos y acciones que tú tenías frente al responsable del siniestro, hasta el límite de lo que te ha pagado. Este derecho de subrogación aseguradora se recoge en el artículo 43 de la Ley 50/1980, de Contrato de Seguro, que puedes consultar en la web del BOE.

Cuando te preguntas qué es la subrogación en seguros, quédate con estas ideas clave:

  • Tu compañía no reclama “por capricho”: lo hace para que el responsable del daño asuma el coste, y no el conjunto de asegurados.
  • Tú no puedes cobrar dos veces por el mismo daño (del seguro y del responsable), porque el principio de subrogación en el seguro busca evitar ese enriquecimiento injusto.
  • Este mecanismo es propio, sobre todo, de los seguros de daños (coche, hogar, responsabilidad civil), y no se aplica a los seguros de personas (vida, salud, accidentes), donde la ley prohíbe la subrogación salvo excepciones.

La subrogación en seguros puede ser necesaria en muchos tipos de seguros, incluyendo seguros de automóvilesseguros de hogar y seguros de responsabilidad civil.

Pasos habituales en el proceso de subrogación

Una vez cumplidas esas condiciones, debes de saber que el proceso de subrogación en seguros puede variar según la compañía de seguros y el tipo de reclamación. Sin embargo, hay algunos pasos generales que se siguen comúnmente en el proceso de subrogación.

1. La compañía de seguros investiga la reclamación

Cuando un asegurado presenta una reclamación, la compañía de seguros lleva a cabo una investigación para determinar quién es responsable de los daños. Si se descubre que otra persona o entidad es responsable de los daños, la compañía de seguros puede comenzar el proceso de subrogación.

2. La compañía de seguros paga la reclamación

Si el siniestro está cubierto, la compañía de seguropaga los costos de la reclamación al asegurado o asume directamente el coste de la reparación, según lo previsto en la póliza. Para ti, este es el paso clave: recibes el servicio o el importe que necesitas, sin tener que esperar a que el responsable reconozca la culpa o pague.

3. La compañía de seguros busca recuperar los costos

Después de pagar la reclamación, la compañía de seguros buscará recuperar los costes de la reclamación de la persona o entidad responsable.

4. Se toman medidas legales

Si la persona o entidad responsable se niega a pagar los costes de la reclamación, la compañía de seguros puede tomar medidas legales para recuperar los gastos. Esto puede incluir la presentación de una demanda contra la persona o entidad responsable.

5. La compañía de seguros recupera los costos

Si se llega a un acuerdo o se gana la demanda en el tribunal, la compañía de seguros recupera los gastos de la reclamación que pagaron al asegurado.

qué es la subrogación en seguros

 ¿Cómo funciona la subrogación en seguros?

Saber cómo funciona la subrogación en seguros te ayuda a entender qué está pasando “por detrás” después de un siniestro. Desde tu punto de vista, lo normal es que declares el parte, aportes documentación y recibas la indemnización o la reparación. Lo que viene después (reclamaciones entre compañías, acuerdos, demandas…) suele gestionarlo tu aseguradora sin que tengas que intervenir, gracias precisamente a la subrogación.

En la práctica, el proceso combina una base legal clara con una parte muy operativa: revisión de la póliza, análisis del siniestro, pago de la indemnización y, si procede, reclamación al tercero responsable o a su seguro.

Base legal y principio de subrogación en el seguro

El principio de subrogación en el seguro se apoya en dos ideas básicas que recoge la Ley de Contrato de Seguro y la doctrina:

  • El asegurador, una vez pagada la indemnización, puede ejercitar los derechos y acciones que te correspondían a ti frente al responsable del daño, hasta el límite de lo que te ha pagado.
  • No puede usar esa subrogación para perjudicarte: la ley prohíbe expresamente que el asegurador ejercite esos derechos “en perjuicio del asegurado” y limita las acciones contra ciertas personas cercanas, salvo que hayan actuado con dolo o exista un seguro específico de responsabilidad.

Además, la propia Ley 50/1980 aclara que este mecanismo es típico del seguro contra daños y queda excluido en el seguro de personas, donde otra norma (artículo 82 LCS) prohíbe que la aseguradora se subrogue en tus derechos frente a terceros, salvo supuestos muy concretos.

De esta forma, el derecho de subrogación aseguradora equilibra el sistema: el perjudicado cobra, el responsable afronta las consecuencias económicas y se evita que alguien cobre dos veces por el mismo hecho.

Requisitos para que la aseguradora pueda subrogarse

Aunque en tu póliza se hable de subrogación, en la práctica solo puede ejercerse cuando se cumplen ciertos requisitos, que la jurisprudencia y la doctrina han ido perfilando a partir del artículo 43 LCS:

  • Existencia de una póliza con cobertura válida. El siniestro tiene que estar cubierto por tu seguro (por ejemplo, un golpe de coche o un daño por agua en el hogar).
  • Pago efectivo de la indemnización. La aseguradora solo puede subrogarse después de haberte pagado lo que te corresponde por contrato.
  • Identificación clara del tercero responsable. Debe poder acreditarse quién causó el daño (parte amistoso, atestado policial, informe pericial, testigos, etc.).
  • Límite económico. La acción de subrogación solo llega hasta el importe que la compañía te ha pagado; si reclamas por tu cuenta cantidades adicionales, pueden coexistir ambas acciones, repartiendo el recobro en función de los intereses de cada uno.

Ejemplos de subrogación en seguros: coche y hogar

Ver ejemplos de subrogación en seguros ayuda mucho a aterrizar el concepto. Estos son dos de los escenarios más habituales en el día a día.

Ejemplo 1: subrogación seguro de coche

Imagínate que estás parado en un semáforo y otro vehículo te golpea por detrás. Tú tienes tu póliza de autos vigente (incluso podría ser un seguro por días para coche si solo usas el vehículo de forma puntual). En este caso:

  • Declaras el siniestro a tu aseguradora.
  • Tu compañía asume la reparación del vehículo y, si procede, otros daños cubiertos.
  • Después, tu aseguradora ejercerá la subrogación seguro de coche frente a la compañía del conductor culpable para recuperar lo que ha pagado.

En ningún momento vas a cobrar dos veces; simplemente, quien termina pagando es el seguro del responsable.

Ejemplo 2: subrogación seguro de hogar

Otro caso típico: una tubería rota en el piso de arriba provoca filtraciones y daña tu techo y tus muebles. Tú tienes un seguro de hogar contratado. Lo habitual es que:

  • Tu compañía gestione el siniestro y te indemnice según las coberturas (continente y contenido).
  • Una vez reparado el daño, la aseguradora reclame al seguro del vecino de arriba, que es el causante del siniestro.
  • Esa reclamación se hace mediante la subrogación seguro de hogar, apoyándose en informes periciales y en el parte de daños.

Para ti, la ventaja es clara: no tienes que estar persiguiendo al vecino ni lidiar con varias compañías a la vez; tu aseguradora se ocupa del recobro.

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Preguntas frecuentes sobre subrogación

¿Por qué mi compañía de seguros quiere recuperar los costos de mi reclamación?

Tu aseguradora quiere recuperar los costes del siniestro para que el daño lo asuma quien realmente lo causó. Si nunca ejerciera la subrogación y siempre asumiera los pagos, esas pérdidas acabarían trasladándose a las primas del resto de clientes. Al recuperar parte de lo abonado, contribuye a que el seguro sea más sostenible para todos.

¿Puedo hacer algo para evitar la subrogación en seguros?

En realidad, la subrogación no es algo negativo para ti, por lo que no tiene sentido intentar “evitarla”. Lo que sí debes evitar es perjudicar el derecho de tu aseguradora: por ejemplo, firmando un documento donde renuncies a reclamar contra el tercero responsable sin avisar a la compañía. La ley prevé que, si con tu conducta impides o dificultas la subrogación, la aseguradora pueda reducir la indemnización.

Lo que sí está en tu mano es prevenir siniestros y avisar siempre a la compañía en cuanto se produzcan, aportando toda la información posible.

¿La subrogación en seguros me afecta como asegurado?

De forma directa, no. Con la subrogación:

  • No te van a reclamar a ti el importe que ya te pagaron por el siniestro.
  • No te van a dejar sin indemnización porque luego reclamen al tercero.
  • Solo, en casos muy excepcionales, puede haber conflicto si te niegas a colaborar o perjudicas deliberadamente el derecho de recobro de la compañía.

En resumen, si cumples con tus obligaciones (declarar el siniestro, colaborar en la tramitación), la subrogación es una herramienta de la aseguradora, no un problema para ti.

¿Se aplica la subrogación en seguros de vida o salud?

En general, no. En los seguros de personas (vida, accidentes, salud), la ley prohíbe la subrogación del asegurador en tus derechos contra el tercero, con algunas excepciones específicas. En estos casos, la lógica del seguro es distinta: no se trata de resarcir un daño patrimonial concreto sobre un bien, sino de cubrir contingencias personales (fallecimiento, enfermedad, invalidez, etc.).

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