Cuánto te cuesta realmente tener un coche que usas solo unos días al año
Tener coche da libertad, sí, pero también arrastra una serie de gastos que muchas veces no miras con lupa. La mayoría de estudios recientes sitúan el coste medio de tener coche en España alrededor de los 3.800–3.900 euros al año, sumando financiación, combustible, seguro, impuestos y mantenimiento. El problema aparece cuando miras tu calendario y te das cuenta de que tu coche se pasa la mayor parte del tiempo parado.
Si te reconoces en la idea de “lo tengo por si acaso”, este artículo es para ti. Vamos a poner números encima de la mesa, ver cuánto cuesta mantener un coche que apenas usas y revisar qué alternativas tienes antes de seguir pagando por algo que solo sale del garaje unos días al año.
El problema de tener un coche casi parado
Cuando compras un vehículo, es normal que mires el precio, la cuota de financiación y poco más. Sin embargo, a medio y largo plazo lo que de verdad importa es cuánto cuesta tener un coche al año, no solo lo que pagas el día que te lo llevas del concesionario. Y ahí es donde empiezan las sorpresas: hay gastos que no desaparecen, aunque hagas pocos kilómetros.
Seguro, impuesto de circulación, ITV, garaje, pequeñas revisiones para que no se estropee parado… Ese coste fijo coche aunque no lo use se mantiene casi igual tanto si haces 3.000 km como si haces 15.000 km al año. La diferencia es que, si apenas lo mueves, cada kilómetro te sale mucho más caro y puede que ese coche que uso poco merece la pena solo por costumbre, pero no por números.
Cuánto cuesta tener un coche al año en España: los grandes números
Para aterrizar la idea, empecemos por las cifras medias. Un análisis reciente de la plataforma Roams, recogido por distintos medios, sitúa el coste medio anual de un coche en España en unos 3.850 euros al año, sumando financiación, combustible, seguro, impuesto de circulación, ITV y mantenimiento.
Otra guía de Autohero estima que, para un coche que recorre unos 15.000 km anuales, el gasto total ronda los 2.800 euros al año, desglosados en seguro, ITV e impuestos, mantenimiento, combustible, aparcamiento y limpieza. Son cifras orientativas, pero sirven como referencia para hacer tus propios cálculos:
- Entre 2.800 y casi 4.000 euros al año es lo que muchos conductores están destinando a su vehículo.
- Buena parte de ese importe son gastos fijos que pagas prácticamente igual, lo uses mucho o lo uses poco.
Si tu coche se pasa la mayor parte del tiempo parado, una parte importante de esos miles de euros se está yendo en “tenerlo disponible”, no en usarlo de verdad.
¿Qué pagas aunque casi no lo muevas?: Conoce los gastos fijos
Aunque tu coche salga del garaje solo unos días al año, hay conceptos que no desaparecen. Son los que hacen que pienses “tengo un coche parado pero pago seguro, impuesto, garaje… y casi no lo uso”.
El seguro del coche es el primero. Los estudios sitúan el coste medio anual en una horquilla que puede ir de unos 300 a casi 900 euros según el tipo de póliza y la fuente que mires. A eso debes sumar:
- Impuesto de circulación (IVTM): muchas ciudades se mueven en torno a 60–150 euros anuales, según la potencia del vehículo y el municipio.
- ITV: las revisiones obligatorias suponen decenas de euros cada vez, y en la práctica casi todos los turismos acaban pasando la inspección cada año o cada dos.
- Garaje o aparcamiento: si pagas una plaza mensual o zona de residentes, es otro coste fijo que no depende de los kilómetros que hagas.
Incluso si apenas conduces, te conviene hacer un mantenimiento mínimo: arrancar el coche de vez en cuando para no dañar la batería, revisar niveles, evitar que los neumáticos se deformen, etc. Expertos recuerdan que ignorar estos cuidados puede terminar en averías más caras.
En resumen: aunque casi no lo uses, hay un suelo de gasto al que difícilmente puedes escapar mientras el coche siga matriculado y asegurado.
Ponle cifras a tu caso: ¿ese coche que usas poco merece la pena?
Hasta ahora hemos hablado de medias. Ahora viene lo importante: poner números a tu situación concreta. Solo así sabrás si ese coche que tienes por costumbre realmente te compensa.
Imagina un escenario sencillo:
- Seguro: 450 €/año
- Impuesto de circulación: 80 €/año
- ITV y pequeñas revisiones (aceite básico, cambio de escobillas, etc.): 150 €/año
- Garaje o zona de residentes: 600 €/año
Solo con esto, sin contar combustible ni peajes, ya estás cerca de 1.300 euros anuales, aunque hagas muy pocos kilómetros. Si además añades unos 300–400 euros de gasolina al año, el total se acerca a los 1.600–1.700 euros por tener el coche disponible “por si acaso”.
Si en tu caso haces, por ejemplo, 3.000 km al año, estarías pagando más de 0,50 €/km sin contar imprevistos. Sin embargo, las estimaciones para un coche de uso medio (15.000 km/año) se mueven cerca de 0,18–0,20 €/km.
La pregunta honesta que deberías hacerte es: “¿Este coche que uso poco merece la pena al precio real que estoy pagando por cada kilómetro?” Cuando ves el número delante, la respuesta muchas veces cambia.

Alternativas cuando descubres que tu coche sale caro para lo poco que lo usas
Cuando haces números, hay tres caminos habituales: seguir como estás, desprenderte del coche o buscar fórmulas intermedias. No hay una respuesta universal, pero sí conviene que conozcas tus opciones para decidir con calma.
Una primera posibilidad es vender el coche. Libera de golpe todos los gastos fijos, te permite recuperar algo de dinero y te obliga a reorganizar tu movilidad con transporte público, alquileres puntuales o carsharing. Para mucha gente que vive en ciudad y trabaja cerca, es una opción perfectamente viable.
Si venderlo te da vértigo, puedes estudiar alternativas como:
- Alquiler puntual: pagar solo por los días concretos en los que necesitas coche (viaje, mudanza, visita familiar, etc.).
- Carsharing o coche compartido: en muchas ciudades, hay servicios que te permiten usar un vehículo por horas o días, pagando solo lo que usas.
Y, si quieres conservar el coche pero usarlo de manera muy ocasional, el siguiente paso lógico es revisar qué tipo de seguro y qué forma de uso encaja mejor con tu patrón real.
Mantener el coche, pero cambiando la lógica del seguro
Tal vez no quieras desprenderte de tu vehículo: te da seguridad para viajes familiares, lo necesitas para acceder a una segunda residencia o simplemente prefieres tenerlo disponible ante cualquier imprevisto. En ese caso, el foco debe pasar por revisar el seguro y adaptarlo a tu realidad.
Es normal que te plantees qué seguro coche si lo uso poco tiene sentido contratar. Ahí entran en juego opciones como:
- Reducir coberturas si estás pagando un todo riesgo que no aprovechas.
- Ajustar el perfil de uso con tu correduría para que la prima anual refleje un kilometraje más bajo.
- Valorar alternativas como un seguro por días para coche cuando solo quieres tener cobertura en momentos muy concretos del año.
En este último caso, un seguro temporal coche pocos días puede ser interesante si, por ejemplo, sabes que solo vas a usar el coche un par de fines de semana al trimestre, para viajes determinados o para desplazamientos puntuales. Contratas la cobertura justo para esos días y dejas de pagar el resto del año.
Si tus patrones son más intensivos, pero concentrados, también existen fórmulas de seguro por semanas coche que permiten tener el coche asegurado solo durante periodos específicos, como unas vacaciones largas o un mes en el que sabes que vas a viajar mucho por carretera.
La clave está en dejar atrás la lógica de “pago un año entero por si acaso” y empezar a pensar en términos de “pago por lo que realmente uso”, siempre con asesoramiento profesional para no quedarte nunca sin la cobertura mínima obligatoria.
Cómo reducir el gasto incluso si decides quedarte con tu coche
Puede que, después de mirar tus números, decidas que quieres conservar el coche, aunque lo uses poco. En ese caso, hay algunas medidas que ayudan a recortar la factura anual sin renunciar a la seguridad.
Por un lado, está todo lo relacionado con el ahorro de combustible. La Dirección General de Tráfico (DGT) recuerda que una conducción eficiente (velocidad moderada, marchas largas siempre que sea posible, evitar acelerones y frenazos innecesarios, mantener la presión correcta de los neumáticos) puede reducir notablemente el gasto de carburante y alargar la vida útil del vehículo.
Por otro, conviene revisar periódicamente:
- Si el seguro que tienes sigue siendo el que mejor encaja con tu perfil.
- Si el garaje o la plaza que pagas es realmente necesaria o podrías optar por alternativas más económicas.
- Si estás duplicando gastos entre tu coche propio y otros servicios de movilidad que ya usas.
Aunque no elimines todos los costes, una revisión honesta cada uno o dos años puede recortar de forma sensible los euros que se escapan sin que te des cuenta.
Tu seguro por días para coche
desde sólo
¿Qué decisión tomar con ese coche que solo usas unos días al año?
Al final, todo se resume en una idea: el coche no es solo lo que te costó, sino lo que te sigue costando cada año. Los estudios hablan de cifras cercanas a los 3.800–3.900 euros anuales para un uso medio, y buena parte de esos gastos no desaparece porque conduzcas menos.
Si tu vehículo se pasa la mayor parte del año parado, conviene que te tomes un rato para hacer números con calma: impuestos, ITV, garaje, pequeños mantenimientos, como te puede ayudar un seguro por días para coches y ese combustible que, aunque sea poco, también suma. Después, compara esa cantidad con lo que pagarías alquilando un coche cuando realmente lo necesitas o combinando transporte público, carsharing y soluciones como los seguros temporales.
La mejor decisión no siempre es vender; tampoco siempre es quedártelo a toda costa. Lo importante es que, a partir de ahora, si piensas “tengo un coche parado, pero pago seguro y un montón de gastos alrededor”, tengas herramientas para saber si te compensa seguir igual o si ha llegado el momento de cambiar la forma en la que te mueves… y la forma en la que aseguras tu coche.