10 situaciones reales donde un seguro de accidentes te habría venido de lujo

Muchas personas piensan que un seguro de accidentes es algo que solo necesitan las personas que realizan un trabajo de alto riesgo o actividades como escalar montañas o practicar deportes extremos. Pero, ¿sabías que los accidentes suelen ocurrir en los momentos más inesperados y cotidianos? Lo cierto es que en cualquier momento puedes acabar en urgencias o con una baja médica.

De hecho, la mayoría de los accidentes suceden en casa, en la calle o incluso en el trabajo. Lo peor es que, además del susto, pueden traer consigo gastos que nadie tenía previstos. Es por esto que contar con una indemnización por accidente puede ser mucho más útil de lo que te imaginas.

Para terminar con el mito de que no necesitas una protección ante accidentes, aquí te vamos a contar 10 situaciones muy comunes donde un seguro de accidentes habría sido una auténtica salvación. Casos reales que pueden ocurrirle a cualquiera. Porque no hace falta vivir al límite para darse cuenta de lo importante que es estar bien cubierto:

1. Una caída en la ducha

Sí, en la ducha. El suelo resbala, te confías un segundo… y acabas en el suelo con un esguince de tobillo o, peor aún, una fractura. Si tienes que guardar reposo o hacer rehabilitación, ahí es cuando empieza el gasto: consultas médicas, medicamentos, transporte…

Un seguro de accidentes podría haberte aportado una indemnización diaria por hospitalización de 50€, ayudándote a cubrir esos días en los que no puedes trabajar ni hacer tu vida normal.

2. Un tropiezo bajando las escaleras

Otra situación más común de lo que parece. Vas con prisa, no ves bien el último escalón y… al suelo. Una torcedura de rodilla o una muñeca rota puede significar semanas de baja. ¿Sabías que, con un seguro de accidentes, podrías haber recibido una indemnización por invalidez permanente parcial de hasta 150.000€, dependiendo del grado de la lesión?

3. Un accidente en bici yendo al trabajo

Cada vez más gente usa la bici como medio de transporte, pero las caídas o choques son más frecuentes de lo que creemos. Si terminas con una fractura de clavícula y unos días ingresado, la indemnización por accidente diaria por hospitalización puede ser de 50€, más la compensación por invalidez permanente si quedaran secuelas. Un seguro te acompaña también en tu movilidad cotidiana, no solo en tu tiempo libre.

4. Un corte profundo cocinando

Estás preparando la cena y al cortar una verdura, te haces un buen corte en la mano. Acabas en urgencias con puntos y unos días sin poder trabajar (o incluso escribir o conducir). Aunque no parezca grave, puede tener consecuencias económicas.

Una buena protección ante accidentes contempla estas situaciones y te puede aportar una indemnización por invalidez permanente parcial de hasta 150.000€, dependiendo del grado de la lesión.

5. Un golpe jugando al fútbol con amigos

Un esguince de rodilla, un dedo fracturado o incluso una lesión más grave son frecuentes en deportes amateurs. Y como no estás federado ni cubierto por ninguna licencia, los gastos médicos corren por tu cuenta.

Con un seguro de accidentes podrías haber recibido una ayuda económica inmediata mientras te recuperas, incluyendo una indemnización diaria por hospitalización de 50€ y compensaciones por invalidez si fuera necesario.

6. Una puerta mal cerrada que te rompe un dedo

Vas con prisa, no ves que hay corriente y ¡zas! La puerta se cierra de golpe y te pilla el dedo. Es algo bastante doloroso y en algunos casos incluso puede llegar a ser incapacitante. Imagina no poder usar una mano durante semanas.

Con el seguro adecuado, la indemnización por una fractura ósea puede incluir una compensación por invalidez permanente parcial de hasta 150.000€, además de ayudarte si necesitas asistencia domiciliaria.

7. Un resbalón en la calle por suelo mojado

Vas caminando, no ves el suelo mojado y acabas con una muñeca fracturada. Estos accidentes no siempre son culpa tuya, pero mientras se resuelve cualquier reclamación a terceros, tú necesitas ayuda ya.

Aquí es donde entra tu protección ante accidentes del seguro, que no espera a que haya juicio ni culpables: te paga según la gravedad de la lesión y los días de recuperación, incluyendo una indemnización diaria por hospitalización de 50€.

8. Te caes desde una escalera arreglando una lámpara

Subes a una silla o una escalera para cambiar una bombilla o colgar una cortina… y te caes. Las caídas en altura dentro del hogar son una de las principales causas de lesiones domésticas. Un seguro de accidentes podría darte hasta 2.000€ si hay una fractura de cadera, clavícula o pierna, además de ayudarte si necesitas asistencia domiciliaria.

9. Un accidente de tráfico como peatón

Vas cruzando y un coche no frena a tiempo y, aunque no sea grave, un impacto puede dejarte fuera de juego varias semanas. Tu seguro de accidentes se activa en este tipo de casos, aunque haya otros seguros involucrados. Aunque en muchos casos son accidentes graves.

La ventaja es que no tienes que esperar a trámites legales para empezar a recibir compensación económica, incluyendo una indemnización por invalidez permanente absoluta de hasta 200.000€ en caso de accidente de circulación.

10. Te rompes un hueso esquiando o haciendo senderismo

No hace falta hacer escalada extrema, un simple paseo por la montaña o una jornada de esquí puede acabar mal. Si te lesionas fuera de casa y necesitas repatriación, asistencia médica o te ves obligado a cancelar tus planes, el seguro te respalda. Hay indemnizaciones por accidente desde 1.000€ hasta más de 5.000€ en caso de invalidez permanente por accidente.

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Los accidentes pueden ocurrir cualquier día, por eso es mejor contar con protección ante accidentes

Como ves, muchas de estas situaciones pueden pasarte sin que salgas de casa. La idea de que un seguro de accidentes es solo para deportistas extremos o trabajadores de la construcción está totalmente desfasada. Hoy en día cualquiera puede beneficiarse de este tipo de protección, especialmente si eres autónomo o si quieres estar cubierto ante lo inesperado.

¿Y tú? ¿Te has visto reflejado en alguno de estos casos? Si la respuesta es sí, quizá ha llegado el momento de informarte sobre cómo un seguro de accidentes puede protegerte a ti y a tu bolsillo.